Quería compartir con todos ustedes, lo realizado en el Taller de Corrección que organizó y llevó a cabo la Asesora de Lengua, Sra. Claudia Toledo, el día viernes 12 de Septiembre con los alumnos de 5to. A.
Bajo la consigna:”De un cuento bueno a un cuento mejor”, se partió del siguiente borrador realizado en un Taller de Escritura. A continuación, se expone un fragmento:
“Tiburcio era un gaucho muy fuerte y astuto. Él intenta tocar la guitarra, no lo logra y se enoja. Cunado Tiburcio lloraba, se encontró con el diablo que le ofrece un trato. El poncho mágico para tocar la guitarra por su alma, ya que el diablo colecciona almas. Tiburcio acepta el trato, así, acordaron encontrarse en un pulpería el viernes al amanecer.”
A partir de esto, se fue guiando a los alumnos respecto a los distintos temas que componen la estructura narrativa: inicio, conflicto, resolución. Asimismo, siguiendo la trama de la historia, los alumnos pudieron poner a prueba su imaginación (y también su conocimiento), utilizando distintas comparaciones y adjetivos que embellecieron aún más la narración. Como resultado final surgió el siguiente cuento con el aporte de todos los alumnos:
Bajo un árbol acogedor descansaba el gaucho Tiburcio. Para entretenerse y pasar la oscura y larga noche, intentó tocar la guitarra. Quería componer una canción romántica para el amor de su vida, pero sus dedos eran muy torpes porque estaban acostumbrados a los trabajos forzosos del campo.
Las horas transcurrían y la canción no avanzaba por culpa de sus gruesos dedos que tocaban todas las cuerdas a la vez. Esto era una gran decepción para él. Desesperado sacó de su bolsillo la carta que su amada le había enviado y la releyó mil veces. Se encontrarían dentro de pocas horas y todavía no había logrado componer su canción. Entonces, sin saber que más hacer, gritó: “Daría mi alma por componer una de las canciones mas románticas de la historia”.
Al instante sopló un viento tan fuerte que volaron todas las hojas del árbol, la luna se escondió entre las nubes, el cielo se puso rojo y el diablo surgió de entre la tierra. Tiburcio se paralizó de miedo y cuando pudo reaccionar, tartamudeando del susto, preguntó al diablo: “¿Qué quieres de mi?”. Con una voz muy ronca y dura el diablo le ofreció un trato: los guantes mágicos a cambio del alma de Tiburcio para completar su colección.
Sin pensarlo dos veces, aceptó.
Horas después, Tiburcio se encontró con su amada y le tocó la canción que tanto le costó componer. Sus notas eran suaves como la lana de las ovejas, la melodía era dulce como el piar de los pájaros al amanecer y al mismo tiempo radiante de amor como el sol.
Al escuchar la canción, loca de amor, la paisanita besó intensamente a Tiburcio.
Dos días después de este momento tan dulce como la miel, Tiburcio se dirigió a la pulpería, lugar donde había acordado entregar su alma. Allí recapacitó que sin alma jamás podría amar a alguien.
Cuando el diablo llegó, decidió enfrentarlo con valentía. Sacó un facón grande y afilado como la punta de una piedra e intentó matarlo, pero no lo logró. Solo lo hirió. Dolorido, el diablo huyó de la misma forma en que apareció.
Así, Tiburcio se quedó con su alma, los guantes y el amor de su paisana.
Docente: Andrea Tassi - 5to. A |