Desde siempre quisimos jugar este torneo, y este año logramos formar el equipo.
Desde que comenzó el año estuvimos atentos a la inscripción. Cuando llegó el momento escribimos una carta al Colegio pidiendo la autorización para inscribirnos.
El Colegio se ocupó de inscribir al equipo en la Asociación Argentina de Polo, y así empezó esta linda aventura de nuestra vida escolar.

Raúl Laplacette (5° año)
"Me puse muy contento al saber que este año por fin iba a poder jugar la Copa Santa Paula. El año pasado estuvimos a punto de jugarla, y no pudimos. Como todo torneo de polo, significa una gran organización de petiseros, camión, caballos, remeras, prácticas de equipo. Por suerte, siempre apoyado por mis padres. Y como no podían faltar en el polo o en cualquier deporte, los nervios, contra quién nos tocaba jugar, cuántos goles tenía el otro equipo, y muchas cosas más. La verdad que nos fue mejor de lo esperado, ya que llegamos a Semifinales de la Santa Paula, y perdimos contra el ganador del torneo. ¡No quería irme del Colegio sin haberla jugado!"

Matías Pérez Iturraspe (5° año)
"En mi caso, los nervios no eran lo que me inquietaba, sino la ansiedad. Por suerte, ya tuve la oportunidad de jugar torneos como estos de la AAP. Lo que sí me movía era la ansiedad, las ganas de jugar este torneo intercolegial representando a mi colegio. Fue una gran experiencia, enfrentar rivales de mi mismo nivel y edad.
Mis caballos estaban en perfecto estado, y la verdad anduvieron muy bien. Pero el problema era yo, cómo estaba dispuesto a jugar. Los dos primeros partidos pude manejarme bien, con algunos altibajos. Pero ya en la semifinal contra el Moorlands pasé a ser otro tema, ya más serio. Hice lo posible para "dejar todo", pero no bastó.
Sinceramente fue algo único en mi vida, porque yo estoy terminando el colegio y nunca se va a repetir. Y espero en el futuro ver en las revistas de polo el nombre Los Robles".

Andrés Black (5° año)
"Yo ya sabía que los chicos jugaban bien y seguido, lo que no sabía era qué esperar de mi rendimiento, ya que sólo tengo la posibilidad de jugar cuando voy al campo ( a 400 km), las cuales son contadas veces en el año.
Para el primer día, contra el San Jorge, había mucha fe. Era un equipo de 1 gol contra el nuestro, de 5 goles. La cuestión es que costó más de lo que se pensaba, por la ventaja que se les dio antes de empezar el partido (2 goles y medio), por la diferencia de handicap. Pero alcanzó con un poco de garra para ganar ajustadamente.
El segundo partido, contra el Newman, pintaba complicado, más por cómo habíamos jugado el primer partido. Pero empezamos el partido muy ordenados y con tantas ganas que en el primer chuker ya estábamos casi iguales. Fue una victoria no muy complicada.
El tercer partido, la semifinal contra el Moorlands, ya era como un sueño. Estábamos a un partido de jugar en Palermo, a sólo media hora. Pero, parte por nuestra confianza por el resultado contra el Newman, y parte por los del Moorlands (jugaban todos bien y les salió absolutamente todo), perdimos y marcó el momento de la vuelta de mis caballos al campo".

Cristóbal Sánchez Duggan (1° año)
"Un día lo crucé a Raúl (Laplacette) y hablamos de polo y de la Santa Paula.
Armamos el equipo y practicamos en el campo de Raúl.
Me dio mucha alegría poder jugar en el equipo, y a mi familia también le gustó mucho.
Estaba tranquilo antes del primer partido, y tuve siempre una mente ganadora. Sabía que podríamos y lo ganamos. Era el primer partido que ganaba en un torneo.
Para el segundo partido estaba convencido de que íbamos a ganar, y lo ganamos!
Para el último, la semifinal, era un partido muy difícil, pero yo quería ganar. En la cancha, ellos fueron más rápidos y perdimos, pero pusimos todo lo que teníamos.
Después de unos días de haber terminado el torneo, estoy muy contento de haber podido participar y me divertí mucho".